La monja mala II

Mientras en la Casa Central Sor Lisa iniciaba su carrusel del cambios que tanto afectaría a la vida de nuestros personales, vamos a ir presentado a cada uno y su situación.

Empezamos por Isabel, que en aquella época era Sor Teo. Isabel sintió desde muy joven la llamada de la fé. Desde niña se preparó para lo que era su mayor ilusión: sufrir martirio en las misiones para llegar rápidamente a santa. En cuanto llegó su momento preparó su marcha al sitio que consideraba más lejano y peligroso, es decir, decidió ir a convertir a los negritos, quisieran o no.

Así apareció en una lejana aldea africana, donde todos eran muy primitivos, fijaros si eran primitivos que ni siquiera tenían wifi. Allí gracias a sus dotes y a toda una vida de preparación comenzó su labor misionera creando una guardería porque quería entrenarse en el cuidado de los niños. Esto también estaba planificado porque había oído que los salvajes antes de conducir al martirio a las monjas solían violarlas y si tenía un niño quería entrenarse para cuidarlo.


En la foto podemos verla en uno de los momentos de ir a buscar salvajes a ver si querían martirizarla. Solía servirse de la acompañante que aparece en la foto, se llamaba Obama, un nombre que en aquellos tiempos no conocía ni Dios y que ahora suena mucho.

Estando en esta bonita labor fue cuando recibió una carta del resto de las amigas que estaban en la península, informandola del caríz que habían tomado los acontecimientos y de la vida disoluta que llevaban las dos Feli´s.