Pues sí, se ve que los húngaros no alcanzan a comprender el intringuilis del cante "jondo". Las primeras actuaciones de nuestro maravilloso cuadro flamenco fueron un fracaso absoluto, ni un solo húngaro se arrancó espontáneamente por bulerias, no conocian el "papa levante" ni la "macarena" ni ná de ná. Y eso que por nuestra parte se puso toda la carne en el asador, especialmente por parte del miembro masculino (nunca mejor dicho), que era el único andaluz del grupo y que lleva el arte en la sangre.
Lejos de desmoralizarnos y teniendo en cuenta que no estabamos dispuestos a venir de vacio, decidimos sobre la marca un pequeño cambio de estilo hacia la música de juglar de la Edad Media y eso si fue un triunfo clamoroso. El nuevo grupo "Sabor a salami" ha triunfado totalmente y de hecho podriamos habernos quedado más tiempo ante el gran número de contratos ofrecido.

Aquí queremos únicamente dejar constancia con una foto.
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